martes, 8 de abril de 2014

90 minutos

Y ahi estaba el, un joven guapo, alto, delgado, simpático y con una actitud que parecía que se comía al mundo con el simple hecho de contar un chiste y hacer reír a todas las personas que lo escuchaban. Era el quien me atrapo el primer día que lo conocí, cruzamos pocas palabras pero se sentía como si lo hubiera conocido años atrás. Paso el tiempo y fue que entre bromas, salidas al cine o con los amigos y platicas por messenger hasta las 3 de la mañana se dio una relación de ensueño que, ahora que lo pienso era el fin de mi libertad, de los momentos especiales con mis amigos y con mi familia pero, en ese momento no me di cuenta porque yo le apostaba todo a ese amor.

Conforme pasaba el tiempo ese joven guapo, simpático y con una actitud extraordinaria empezó a cambiar, casi no lo creía era como si alguien me lo hubiera cambiado y eso, dolía...

Aficionado del fútbol y americanista de corazón se sentía con el derecho de obligarme a ver todos los partidos del America  y claro! como toda enamorada yo lo permitía por "darle gusto" y que estuviera bien. 
-Amor, deja tu celular ya va a empezar el partido. Ah! y pásame las papas no seas gacha- Decía y eso era lo que yo hacia. (si, si no me lo digas ya lo se! ¿Como lo permitias? pues por "amor")

Y así eran 90 largos minutos en los que solo veía un televisor sin entender nada, escuchando explicaciones de faltas o penales, mentadas de madre y gritos cuando el America metía un gol.

Lo peor del caso es que yo sabia que ya no funcionaban las cosas sin embargo ahi seguía, aguantando groserías sin saber porque pero la gota que derramo el vaso fue cuando el se sintió con todo el derecho sobre mi, cuando el pensó que tenia mi voz y controlaba mi manera de pensar, cuando creyó que dominaba mi manera de caminar y de sonreír...

Imagínate esta escena en la sala de la casa de un buen amigo suyo, el jugando fifa en el xbox sin pelarme y yo sentada a su lado sin nada que hacer, entonces se acerca mi mejor amigo y me dice:

-Mel, me acompañas a acomodar los platillos de mi batería?-
-Si! Vamos- dije

En ese momento, justo cuando me iba a levantar del sillón sentí un jalón en el brazo que hizo que me regresara a sentar.

- ¿A donde vas?- dijo el
- Voy a acompañar a Chris para ayudarle con su batería-
- ¿Porque? si estas aquí conmigo- dijo en un tono molesto
- Pero no estamos haciendo nada, tu estas jugando en el xbox y yo estoy aquí sentada...
-No importa!- Interrumpió. -Si veniste conmigo es porque vas a estar conmigo, no importa que solo tengas que estar sentada viéndome jugar.

Imagina mi cara de asombro y enojo al mismo tiempo, jale mi brazo y me fui con mi mejor amigo sin importarme lo que el pudiera pensar, sin importarme lo que sus amigos pudieran decir porque a el tampoco le importo lo que yo pudiera sentir.

Estaba harta!! Harta de que tuviera que aguantar actitudes pesadas y groseras, harta de que yo fuera la única que se tuviera que quedar callada solo porque su mami y sus amigos pensaban que teníamos una relación perfecta, cansada de que no pudiera salir con mis amigos o mi familia solo porque al joven que yo amaba quería que solo tuviera tiempo para el.

Así que lo entendí 7 años después... El amor no es dejar que te pisoteen y te hagan menos solo por darle gusto al otro.


Melissa Ramirez Hernandez 

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