Todo empezó esa mañana en que lo vi llegar a la Universidad en su carro del año, deseando con todas mis fuerzas que volteara a verme y me hiciera el honor de saludarme y preguntarme ¿cómo estaba? , o por lo menos recordara mi nombre que le había dicho la semana pasada en una fiesta, y se cumplió mi deseo , se acerco y me saludó , con un simple -¡Que onda!, ¿cómo andas?- , y para mi fue el momento más importante del día, se pasó y simplemente se alejó .
Al transcurrir la semana me invito a salir, creo que no podía controlar la emoción que tenía en ese momento, salí con el y pase un día inolvidable, según yo, ahora que reflexiono creo que fue uno de los peores, ahí comenzó un control , y el pensar que yo no valía nada.
Sucedió con pequeñas cosas, como pláticas con nuestros amigos y el quedarme callada porque mi opinión no tiene valor y no cuenta por el simple hecho de ser mujer, o ese comentario que aún recuerdo con exactitud; - ¿y tú para que estudias, si vas a terminar casándote como todas las mujeres? , que la verdad es que sólo sirven para limpiar la casa y cuidar a los niños-, y el día de hoy no entiendo como aguanté tantos meses el únicamente escuchar sus proyectos, sus prioridades, sus problemas , y hacer lo que a el le gustaba, ver las películas que el quería, comer lo que el quería, hasta escuchar su música favorita, y en el momento en que yo quería comentarle mis proyectos, siempre eran estupideces y "sueños tontos" , o mis problemas eran nimiedades que sólo le quitaban el tiempo al joven popular de clase alta.
¿Porqué confundimos "el amor" , con aguantar insultos, desprecios y agresiones?,¿porqué buscarles la cara todo el tiempo y hacerles creer que son los únicos hombres en el mundo que nos pueden hacer felices?,¿porqué darle siempre prioridad a ellos y a lo que ellos les interesa? nosotras también contamos y una relación de pareja es eso; de dos personas, que se debe basar en el respeto, en la dignidad, el amor y la solidaridad , esta historia de vida , podría llamarla un error, pero prefiero decirle EXPERIENCIA , de la cual aprendí y jamás repetiré porque ahora se que valgo mucho más de lo que "el más guapo de la universidad" pueda pensar.
Y mi premisa ahora es aprender a hablar en TU y YO, hasta que no aprendamos a conjugar en NOSOTROS, y tuyo y mío hasta que no aprendamos a pensar en NUESTRO.
Andrea Aldama Galicia.
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